.:: Festividad V. de la Candelaria

A NUESTRA MAMITA CANDELARIA PATRONA DE PUNO

Con María Santísima, la Virgen pura y sin mancha es para nosotros escuela de fe destinada a conducirnos y a fortalecernos en el camino que lleva al encuentro con el creador del cielo y de la tierra. El papa vino a Aparecida con viva alegría para decirnos en primer lugar: permanezcan en la escuela de María. Inspírense en sus enseñanzas. Procuren acoger y guardar dentro del corazón las luces que ella, por mandato divino, les envía desde lo alto. BENEDICTO XVI
V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE.

Con este gozo de celebrar la Solemnidad de la Presentación del Señor en el Templo y la Purificación de la Virgen María

EL ÁNGELUS
El ángel del Señor anunció a María
Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios Te Salve María ...
He aquí la esclava del Señor
Hágase en mí según tu palabra
Dios Te Salve María ...
Y el Hijo de Dios se hizo hombre
Y habitó entre nosotros
Dios te Salve María ...
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo Amen.
ORACIÓN .- Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que, los que por el anuncio del Ángel hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y su Cruz, seamos llevados a la gloria de la Resurrección. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. AMEN.
EL AVE MARÍA
Vamos a cantar Ave noche y día el ave María no cese jamás . Ave Ave Ave María (bis)
El mismo Saludo que el Ángel te dio Repiten tus hijos cantando a una voz. Ave Ave Ave María (bis)
La Buena noticia que ÉL te anunció Nos llena de gozo y enciende de amor. Ave Ave Ave María (bis)
Tu eres la estrella que anuncias el sol la pronta venida del Dios Salvador. Ave Ave Ave María (bis)
Alegre viviste tu entrega total En manos del Padre con fe sin igual. Ave Ave Ave María (bis)
BAJO TU AMPARO
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desoigas nuestras súplicas en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todo peligro, Oh Virgen Gloriosa y Bendita.

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